Voces desde el campo
Voces del campo 1
La vida de los pastores en India durante el bloqueo del COVID19
Anu Verma, South Asia Pastoralist Alliance & MARAG, India, WAMIP South Asia
India tiene 34 millones de pastores que gestionan una cabaña ganadera de más de 50 millones de cabezas. La cría de ganado es la segunda ocupación más importante de la India después de la agricultura. Representa una contribución importante de entre el 8,5% y el 9% al PIB del país. Su contribución es aún más vital ya que el pastoreo es el medio de subsistencia más importante para los pastores sin tierra, así como para los pequeños agricultores marginales y en particular los que viven en zonas montañosas y sujetas a la sequía, donde la producción agrícola no está garantizada. Contribuye significativamente al sustento y la riqueza de las comunidades en cuanto a leche, lana y carne sin necesidad de insumos procedentes del mercado.
En la actualidad, las instituciones pastoriles tradicionales se ven cada vez más amenazadas por los desplazamientos masivos debidos a la intensa competencia de la agricultura, el crecimiento demográfico, el despojo de rebaños y la sequía. Aunque el confinamiento debido al COVID19 ha afectado a todo tipo de gente, el impacto sobre esta población ha sido diferencial. Los pastores del país tienen que enfrentarse a un sistema de control policial muy hostil, incluso de los guardas forestales. En pleno brote, la regulación y el control de sus movimientos se han intensificado durante el momento más crucial, es decir, durante su desplazamiento hacia los pastos de verano. Mientras que algunos gobiernos estatales han permitido sus desplazamientos, como el transporte de productos básicos, los pastores que se fueron a sus granjas quedaron atrapados y sin posibilidad de regresar a sus rebaños. “No podemos movernos libremente para pastorear con nuestros rebaños ya que la gente teme que seamos portadores del coronavirus.” dice Sumer SIngh Bhatti, propietario de cerca de 200 camellos que pastorean en zonas áridas y desérticas del Rajasthan.
“A veces nos impiden ir a comprar víveres en las tiendas del pueblo”. Este miedo al coronavirus ha sido fatal para los pastores de camellos, ya que con el calor del verano los pastores perderán la oportunidad de conseguir hierba verde para forraje», dijo Mool Singh, un pastor de la aldea de Nakrasar, en el distrito de Bikaner, en Rajastán. En marzo de cada año, él emigra al Punjab para pastorear la paja del trigo.
Voces del campo 2
El futuro de la trashumancia pacífica en África Occidental
Hindou Oumarou Ibrahim, coordinadora de Peul Indigenous Women y People’s Association of Chad, y miembro del comité ejecutivo de Indigenous Peoples of Africa (IPACC), WAMIP África Central
A los gobiernos no les convienen los pueblos nómadas debido a la gran dificultad de controlarlos. Muchos Estados han decidido valorar más la agricultura en detrimento del pastoreo nómada. Sin embargo, en el Sahel la ganadería representa más de un 40% del PIB de todos los países sahelianos y en el Tchad más de un 20%.
En primer lugar, los pueblos como los peuls, los árabes o los tuaregs no han sido considerados pueblos de pleno derecho tras la colonización, puesto que su estilo de vida distaba del imaginario de desarrollo que el Estado había pensado en establecer. Por este motivo, la mayoría de los pueblos nómadas todavía no tienen acceso a la educación, a la sanidad ni al agua potable…
No obstante, la incertidumbre en torno a los recursos forrajeros de los ecosistemas del Sahel impone a los pastores la utilización de técnicas de ganadería especiales para salvaguardar su capital de producción, es decir, el ganado y los ecosistemas. De hecho, el pastoralismo se basa en la gran aptitud de los ganaderos a la hora de dar valor a los recursos forrajeros espontáneos que se encuentran dispersos en medios heterogéneos.
Los Estados deben modificar la manera de ver a los pueblos nómadas y apreciar su valor medioambiental. La mayoría de las especies de ganado ofrecen múltiples servicios como por ejemplo el suministro de alimentos ricos en proteínas, de abono y de energía. Sin la ganadería sería imposible mitigar la inseguridad alimentaria. En todos nuestros hogares se consume carne y la leche es u complemento alimentario. El pastor intercambia el ganado por el mijo de los agricultores. Finalmente, todos estos elementos hacen girar la economía circular en las comunidades.
Los pastores no representan un problema, sino una solución. Son el pasado, el presente y el futuro.
Voces desde el campo 3
Hacia una red de pastores en Norteamérica , una visión desde la Sierra Tarahumara
Proyecto “ De la Oveja a la Cobija” y Red del Desierto, Campo Adentro, F. Marso
La vida en las comunidades Raramuri (Tarahumara), Sierra Madre Occidental, Chihuahua, México, está basada en la agricultura y ganadería de autoconsumo. El pueblo Rarámuri, unas 50.000 personas, sobrevivió al colonialismo en parte por situarse en zonas remotas de la Sierra. La actividad está estrechamente ligada a ceremonias y festividades y se desarrolla bajo un esquema organizativo del trabajo basado en ciclos naturales llamados Mawechi. Debido a la orografía irregular, con grandes barrancas y suelos muy pobres, predomina en la zona la ganadería de caprino y ovino. Los procesos de descomposición social que los proyectos extractivistas y de explotación turística, así como la inseguridad generalizada debida a la presencia de mafias de narcotráfico, han hecho que esta actividad disminuya en la zona.
Recientemente ha habido una renovada atención y entusiasmo de jóvenes rarámuri, mayoritariamente mujeres, por continuar con el cuidado de cabras y ovejas, a partir de un manejo extensivo que hace uso de los pastos escasos y dispersos, allí donde el vacuno no puede sostenerse, y en rotación con la milpa aprovechando sus rastrojos y el estiércol como abono. A cambio obtienen carne, leche, cuero y lana, además de ser los animales adultos una especie de “hucha” capitalizable para emergencias.
Se ha conformado en esta zona una asociación de pastoras y tejedoras, que agrupa a 30 mujeres rarámuri, lideradas por la pastora Agripina Viniegra, organizadas para el cuidado de ovejas vinculado a su explotación productiva, fundamentalmente para la creación de textiles de lana. Igualmente la joven Asociación de Criadoras de Ovino Raramuri está aproximándose a pastores de comunidades de los estados de Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí, proponiendo la idea de Red del Desierto. Igualmente se está llevando a cabo una toma de contacto con el pueblo Navajo del Suroeste de EEUU, para reactivar la Región de Norteamérica de WAMIP.
Voces del campo 4
El cambio climático y la industria minera amenazan de extinción a los pastores nómadas de Mongolia
Maamankhuu Sodnom, Asociación de Pastores de Mongolia
Mongolia tiene una superficie de 1.564.116 km2 y una población de 3,4 millones de personas, de las cuales el 30% practica el pastoralismo. Los pastores mongoles crían sobre todo ovejas, camellos, cabras, ganado vacuno (incluidos los yaks) y caballos. El 70% de la superficie de Mogolia se destina al pastoreo, la mayor parte de este territorio son estepas y desiertos áridos y semiáridos. En la actualidad, muchos de estos nómadas se están trasladando a las ciudades como resultado de una combinación de factores, entre ellos el cambio climático.
El clima de Mongolia puede ser extremadamente duro incluso en condiciones normales. Hay cuatro estaciones; el invierno es extremadamente frío y la temperatura suele bajar a -45oC y el verano puede llegar a los 45oC. Aquí la primavera es siempre ventosa y las tormentas de polvo son la norma. En los últimos treinta años, el desierto de Gobi, en el sur de Mongolia no ha registrado muchas precipitaciones en verano, lo que ha agravado considerablemente la aridez y ha afectado negativamente a la actividad ganadera.
Los niveles de nieve en invierno y las tormentas de arena en primavera, nunca antes vistos, contribuyeron a agravar la situación preexistente, lo que provocó la aceleración de la desertificación en toda la región. Los mongoles están orgullosos de su cultura pastoril y de su capacidad para subsistir con su ganado incluso en condiciones ambientales extremadamente difíciles, sin embargo, hoy en día los pastores nómadas están amenazados de extinción.
El segundo factor importante que amenaza la supervivencia de su estilo de vida es la industria minera, que ha crecido considerablemente en los últimos 20 años. Sólo en mi provincia hay catorce empresas mineras autorizadas, y Tavan Tolgoi y Oyu Tolgoi son las más grandes. Oyu Tolgoi es una empresa minera de cobre y oro, que ha estado utilizando enormes cantidades de agua de las ya agotadas fuentes subterráneas. En el desierto de Gobi no hay ríos ni lagos, lo que obliga a los pastores a cavar pozos para extraer agua subterránea. Muchos de estos pozos ya se han secado por completo, principalmente porque Oyu Tolgoi utiliza 950l. de agua por segundo. La región era semiárida, pero se está convirtiendo en un desierto a un ritmo alarmante. La empresa minera Tavan Tolgoi explota y exporta carbón a China por pistas de tierra sin asfaltar, destruyendo de modo indiscriminado las tierras de los pastores. Los pastores mongoles han comenzado a protestar, pero carecen de recursos, organización y poder para efectuar cambios significativos, ya que la mayor parte de la economía mongola depende de la exportación de cobre y carbón a China. En la actualidad, estamos librando una ardua batalla para salvar nuestros pastos.